“El reto está en pensar que se puede trabajar el hierro como si fuese barro”
Antonio Díaz García

El Artista.

Del antiguo arte de forjar el hierro, oficio que Antonio Díaz García domina con maestría, las barras de hierro se contorsionan, como sinuosas serpientes, para crear vestigios de objetos a la deriva dentro de un sueño. De una moderna fragua de Vulcano nacen “plásticas contorsiones de hierro y fuego”.

Creación.

Contrariamente a las tendencias más contemporáneas, que ven en los artistas los directores de obras
llevadas a cabo por otros, Díaz García es un muy buen artesano, además de un incansable creador. Además, su trabajo se desarrolla en soledad, ya que el artista prefiere no tener asistentes ni ayudantes, y considera el momento de creación como una parte casi mística en la vida del ser humano, que por lo tanto tiene que enfrentarse consigo mismo y sus fantasmas mientras el momento creativo acontece.

Actualidad